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El municipio en Nicaragua II parte. La autonomía del Municipio (página 2)




Enviado por Luis Gomez



Partes: 1, 2

El Municipio logrará esa transformación
incorporando la población en el gobierno local,
con el fin que los pobladores ejerzan el autogobierno como
sistema de
gestión
estatal, siendo esta la única forma de lograr que los
actos de gobierno coincidan con los intereses de los
pobladores.

Al no existir autogobierno en el Municipio este centra
su atención en la realización de sus
antiguas competencias, en
cumplir la función de
control y
dominación estatal- social-
político-ideológico sobre la población y de
gestor-creador del entorno de negocios para
la clase
dominante/ clase política.

Por tal motivo en el ámbito municipal no han sido
resueltos los asuntos que son de interés
general de la población, tales como: pobreza, desempleo,
universalización de los servicios de
salud, agua o
educación,
urbanización, entre otros.

Mientras tal situación no cambié
continuaremos analizando escolásticamente las diferencias
sustanciales que encontramos reflejadas en los datos
comparativos del Ingreso Per cápita por país, y
buscando en las cifras el porqué de la diferencia en la
calidad y
nivel de vida entre los países: per cápita de
Nicaragua es de $ 472 al año otros datos
refieren que oscila entre 700 y 1000 US $, Noruega US $ 48,380, y
Costa Rica $
3,948. Vietnam está en los $ 476, China con $
1,120, Arabia Saudita en los $ 7,370, Nigeria en $
382.

Continuaremos haciendo estudios de la pobreza y
concluyendo que más de un 40 % de los nicas viven con
menos de dos dólares por día y que el 80% de la
población es excluida del progreso social. Y, por
último, relacionarán estudios sobre las causas de
la delincuencia,
la corrupción en el Estado, la
poca inversión, la inseguridad
jurídica de la propiedad o
para el inversionista, la partidización del Poder Judicial,
el narcotráfico, etc, etc.

Hablaremos de la diferencia de distribución de ingresos a lo
interno de cada país, de la existencia de las
multimillonarias fortunas personales de sujetos que acumulan
entre 100 millones y 100 mil millones de dólares cada uno,
y de personas que ganan entre 10 o mil veces más al
año que un trabajador promedio gana en ese mismo
año.

Algunos han dicho que el Estado y
dentro de él los Municipios deben sufrir una reingeniería o reorganización a fin
de hacerlos más eficientes. Todo a quedado en el plano de
la
organización interna ( personal
administrativo, relaciones horizontales, principios de
organización, gerencia de
las alcaldías, manuales de
funcionamientos, leyes de
contratación, leyes anti corrupción, etc) tal cosa ha sucedido
durante más de 400 años en este país y
continuamos buscando nuevas y más nuevas formas de ejercer
el mismo poder
político. Quizá hace falta cambiar a las clases
sociales que durante siglos han ejercido el Poder
Político en el país.

Ya estamos entendidos que cada sociedad
está estratificada en un sinnúmero de grupos de
personas dependiendo de su nivel de acceso o de exclusión
a los medios para su
subsistencia y satisfacción de sus necesidades materiales y
espirituales.

También conocemos que para el mejoramiento del
nivel de vida de los pobladores el Municipio o Municipalidad debe
actuar, coadyuvar en la eliminación de aquellos elementos
estructurales, ideológicos, políticos, sociales o
económicos que excluyen a los pobladores del acceso a los
medios de subsistencia y la satisfacción de sus
necesidades materiales y espirituales.

En el micro territorio, es el Municipio/ Municipalidad o
Alcaldía como órgano estatal o social el que puede
cumplir esa función cuando se convierta en instrumento
creador en manos de los pobladores mediante el ejercicio del
autogobierno en el cual ellos propongan, decidan y ejecuten como
gobierno local las acciones que
son de su interés.

Pero el municipio en Nicaragua, como una forma de
administración estatal en cada localidad
desde la Colonia española hasta hoy, solamente ha
gestionado para crear condiciones favorables a la
metrópoli española, a la oligarquía criolla
y, por último, al sistema Neocolonial posterior a la
independencia.
Durante todo ese período( más de 400 años)
el Municipio/ Municipalidad/ Alcaldía no ha creado
condiciones para el mejoramiento de la calidad y nivel de vida de
los pobladores que no integran la clase dominante.

Ese órgano estatal nunca antes ha estado en manos
del Pueblo de Nicaragua, pero sí ha estado en manos de la
burocracia y
la milicia colonial; de los oligarcas criollos y de los agentes
neocolonialistas y de la burguesía, esa posición
les ha permitido tener los controles de las palancas
económicas-financieras y la información sobre oportunidades de negocios
para acumular riqueza convirtiéndose en potentados
creadores de una plutocracia en perjuicio de la
población.

Hoy, en paralelo ese grupo de
potentados fomenta la actividad de Organizaciones
Internacionales del Municipalismo,
y gobiernos locales extranjeros para homogeneizar la ideología, teoría
jurídica y política del Municipio dominante,
controlador y centralista-no autónomo.

Son esas Organizaciones e instituciones
quienes que educan a la intelectualidad y burocracia local en
recetas sobre la organización, gestión municipal,
descentralización, cobranza de impuestos y
participación ciudadana en el
Municipio.

En última instancia esas organizaciones propician
que el Municipio o alguna modalidad de gobierno local sea
utilizado como instrumento de dominación sobre los pueblos
sometidos y demostrar con él la (presunta y falsa)
superioridad de la civilización y cultura del
Primer Mundo conquistador y de su organización imperial o
colonialista.

No es casual que también impulsen la
organización de las etnias, como en antaño crearon
el Municipio Indígena, hoy con un nuevo rol: generar un
conflicto
racial o tribal que eventualmente debilite la unidad nacional o
estatal que les permita a los neocolonialistas apoderarse de
nuestras riquezas y de nuestro país.

Antes, fueron esos encomenderos, la oficialidad
española, la burocracia y funcionarios de la colonia; hoy
son los oligarcas criollos y nuevos socios de las transnacionales
quienes se acreditan el tener en sus manos el don la potestad de
dirigir los destinos de los pueblos, y acreditarse el derecho
para ser los lideres políticos del Municipio y la Nación.

Esos factores han permitido a los colonizadores, los
oligarcas y los neocolonialistas criollos su posición
económica dominante y el control monopólico sobre
el Estado y la economía nacional.

Por tal motivo, en términos generales, el
desarrollo y
desempeño del municipio en Nicaragua ha
estado influenciado por la estructura
económica y social heredada de la colonia española
y del imperialismo.
De igual manera ha influenciado en la selección
y escogencia de los lideres y tecnócratas que detentan los
cargos en el Estado y las Municipalidades/
Alcaldía.

Esa experiencia fraguada durante cientos de años
ha creado un grupo especial de personas encargadas
profesionalmente de la gobernación a los que hoy llaman
la clase política nacional, a la par se ha creado
la idea de que sólo ellos pueden dirigir el aparato
Estatal y que sólo ellos pueden hacer Política,
excluyendo al Pueblo de esas actividades.

Se dice que la "Clase Política" detenta y ha
detentado el poder estatal en Nicaragua, pero aquella no es
más que la burocracia político estatal de la clase
económicamente dominante: la burguesía. Aunque la
llamada Clase Política no es realmente una clase social,
pues o bien es parte de la clase dominante ( como fusión
viva y personificada de política, capital y
dirección estatal) o se subordina a aquella
como asalariado.

Por esa causa el Municipio hoy está organizado y
regulado legalmente para que en su funcionamiento cumpla las
expectativas de la clase dominante, y eso lo asegura la llamada
clase política. Es en el Municipio donde los intereses,
expectativas y voluntad de la clase política/ clase
dominante son elevadas a la calidad de actos legislativos,
decisiones políticas
y actos del gobierno local.

El Municipio, tanto durante la colonia española
como hoy, existe como institución en tanto funciona a la
medida de los intereses y expectativas de la clase dominante, por
lo cual quedan excluidas las demás clases y grupos que
conforman la sociedad. Sólo de esa manera se explica que
el Municipio no logre satisfacer las expectativas o necesidades
de la población: campesinos pobres y medios, de obreros y
asalariados en general.

La clase dominante obtiene ( y solo eso quiere) en el
municipio nicaragüense las condiciones mínimas
adecuadas para desarrollar las actividades económica
necesarias para extraer en el territorio la cuota máxima
de ganancia que expatriará o acumulara localmente para
mejorar sus condiciones y estilos de vida.

Mientras esa tendencia siga sostenida por la clase
política- la burocracia política de la
burguesía-, en Nicaragua las expectativas para que el
Municipio se constituya en un factor de mejoramiento en las
condiciones de vida de la población en general
serán inexistentes.

Generalizando, el Municipio ya sea en Argentina, Costa
Rica, Estados Unidos de
Norte América
o Nicaragua, entre otros, tiene las competencias mínimas
para asegurar de forma prioritaria la creación y
funcionamiento de un eficiente y adecuado entorno de negocios y
comodidades para la clase económicamente dominante y su
gestor en el Estado: Las Clase Política.

En ese sentido el Nivel desarrollo del Municipio
está en dependencia del grado de su vinculación con
los planes económicos de la clase dominante tanto en el
ámbito local como nacional e internacional. El Municipio
de la Metrópoli imperialista o del llamado primer mundo,
tiene "elevado nivel de desarrollo" en la medida que ha recibido
el flujo de capitales extraídos de las colonias y
países neocoloniales. Así su cultura extractora y
expoliadora de pueblo es lo que les mantiene hasta hoy su
"elevado nivel de desarrollo", mientras nuestros países y
pueblos viven en "bajo nivel de desarrollo", es una
situación como el mito del
vampiro, que vive porque sangra a otro ser, visto en esa
perspectiva no se puede hablar de desarrollo sino de nivel de
saqueo, pues entre más saquea un Estado y Pueblo a otro
pueblo, el primero vivirá en opulencia, con los bienes de
pueblo saqueado. Los que existe son Grupos saqueadores y pueblos
saqueados, nada que ver con el concepto de
Desarrollo.

Con los cambios en la esfera económica, como con
el fenómeno de la deslocalización de empresas y
movilidad del capital, los municipios o condados en Estado Unido
de Norte América han entrado en un proceso de
deterioro. Los intereses de las grandes corporaciones
empresariales se trasladan hacia países donde
deberán de gastar menos en salarios y
prestaciones
sociales, y donde obtienen la posibilidad de reducir sus pagos en
impuestos y otras externalidades que reducen su cuota de
ganancia. Los recortes al sistema de seguridad
social y salud, perdida de calidad en los servicios de
agua potable,
en USA constituyen prueba de esa tendencia. Con todo eso, la
burguesía continua aumentando sus capitales, y el pueblo
norteamericano continua empobreciendo.

Lo antes dicho no conlleva a pensar que en los
municipios de Nicaragua, donde se asiente capital extranjero,
verán mejoría en sus condiciones generales, por el
contrario, su condiciones desmejorarán .

Así, los planes para extracción de
recursos
naturales, construcción de centrales
hidroeléctricas o de asentamientos para jubilados o
pensionistas extranjeros en municipios de Nicaragua, pueden
provocar el aumento de los servicios de banca y finanzas, el
funcionamiento de supermercados y grandes establecimientos
comerciales, construcción de infraestructura vial y de
telecomunicaciones, inauguración de
hospitales privados, creación de clusters
empresariales, etc, sin embargo, no significa que todas esas
obras provocarán mejoría en la calidad de
vida de los pobladores locales. La realización de esos
programas
evidenciará más la desigualdad existente entre los
municipios y a lo interno de cada uno, y tal situación
comprobará que esa desigualdad
social es propiciada por la propia Municipalidad-
Alcaldía como órgano de la
burguesía.

El proceso de deterioro de las condiciones de vida de la
población será cada día más acelerado
y profundo mientras el Municipio continúe bajo el control
de la clase política/ clase dominante, de la
burguesía en particular. Por tal motivo, la
autonomía del Municipio debe de ser reivindicada por la
sociedad, rescatada del secuestro en que
la tiene la clase política por mandato de la clase
dominante.

Hay que transformar al Municipio de dominación en
un instrumento de creación y construcción de
mejores condiciones de vida para la sociedad. De esa manera los
recursos
serán dispuestos para satisfacer las necesidades de la
población del municipio.

Sólo el Municipio autónomo, progresista,
creador, constructor y democrático por medio del cual la
el Pueblo nicaragüense ejerza el autogobierno, puede empezar
a realizar el progreso social, el mejoramiento de la calidad y
nivel de vida de la población local.

Participación
popular o autogobierno

En Nicaragua la Constitución Política establece que
la
República es democrática, participativa y
representativa, de ahí se desprende que el ciudadano tiene
la condición y calidad de administrado del Estado. La
Ley de
participación ciudadana expresa en sus considerandos que
la clase política es la que detenta el poder
público en calidad de representante de la ciudadanía. A la par de esas leyes ya
están en aplicación otras leyes tales son: Ley de
Servicio
Civil, Ley de Carrera Judicial.

Conforme La Ley la Participación Ciudadana como
institución se prevé que garantizará la
efectividad y perdurabilidad de las políticas de
desarrollo, permitiendo que se constituyan en políticas de
Estado en beneficio del funcionamiento del aparato que maneja la
cosa pública y se encamina a la consolidación del
Estado Social de Derecho.

Por otra parte, la Ley de Participación Ciudadana
en Nicaragua contiene un sinnúmero de mecanismos
organizativos y procedimentales que se dirigen a limitar la
autonomía y evitar el surgimiento del autogobierno,
pretende atorar a la gente en procedimientos y
concepciones ideológicas.

Todo el sistema jurídico referente a
autonomía Municipal, a la república
democrática, representativa y participativa, está
referido al desarrollo local, pero no dice nada del mejoramiento
del nivel y calidad de vida de los pobladores.

Sin embargo, Participación Ciudadana no es lo
mismo que Autogobierno, por la sencilla razón, que el
autogobierno como modalidad política y organizativa lo
ejercerán con y dentro de los órganos estatales los
ciudadanos/ pobladores en su propio interés y sin
intermediarios: ellos dictarán los actos de gobierno, las
leyes, las harán cumplir y controlaran su cumplimiento;
por el contrario, la Participación Ciudadana es la
modalidad política y organizativa diseñada con el
fin de acercar a la ciudadanía/ pobladores a los intereses
de la clase política que detenta el poder público y
dar apariencia de legitimidad a los actos que esa clase emite en
los órganos estatales. La participación ciudadana
no llega siquiera a una coalición democrática entre
clase política y pobladores por el municipio.

Siguiendo la idea de la Ley de Participación
Ciudadana, entendemos que Legitimar los intereses de la clase
política, que es parte de la clase dominante, significa
hacer figurar sus intereses y actos de gobierno como
Interés Nacional y Políticas de Estado, aunque
lesionen a la mayoría de la nación.

Esa ley permite a la clase dominante profundizar en su
trabajo
ideológico sobre la sociedad utilizando los diversos
instrumentos que en esa Ley son creados para representar al
Estado como una entidad sobrenatural, cuasi sagrada y bien
hechora la cual mejora su funcionamiento con la
participación ciudadana.

Autogobierno no es simple representación del
ciudadano por los concejales, es representación sujeta a
la aprobación del pueblo como depositario de la soberanía, se trata de designación o
mandato sujeto a revocación en cualquier momento, conlleva
la obligación de rendir cuentas a los
electores bajo pena de revocación inmediata del
mandato.

De paso hay que aclarar que control ciudadano sobre el
actual del estado, como la auditoria social no es autogobierno, y
ambas acciones son provechosas para fortalecer al Estado como
aparato de dominación social. Tampoco es autogobierno el
derecho a acceder a la información estatal, son acciones y
normas legales
que alejan cada vez más al hombre/
poblador/ ciudadano de gobernar su propio destino, lo alejan del
autogobierno; en fin autogobierno no tiene nada que ver con lo
que actualmente conocemos como administración
pública, y menos con la
administración ejercida por personas que se atribuyen
en derecho a administrar por el mero hecho de su
instrucción.

Mientras más interés tenga la gente-
ciudadanía-poblador en la participación ciudadana,
auditoria social, el aparato estatal que los reprime y explota
será más eficiente. Es decir, la clase
política como detentadora del poder público
convierte al ciudadano en verdugo del resto de conciudadanos, en
afilador del cuchillo que lo degollará. Autogobierno es el
poder político ejercido por el propia población de
obreros y campesinos, con los soldados y policías, con los
artesanos y pequeños comerciantes.

La clase política no es la ciudadanía, no
es parte de los gobernado o administrados. La clase
política es un conglomerado distinto del
ciudadano-administrado y entre ambos existen intereses
antagónicos, no reconciliables. En el mismo sentido, el
aparato estatal no es, en este momento en Nicaragua, la
representación de la ciudadanía-poblador, sino el
aparato estatal de y para la clase política/ clase
dominante dispuesto especialmente para satisfacer y representar
los intereses de esas clases.

La contradicción existente entre los intereses de
la clase política- que tiene en sus manos el poder
público- con los intereses de los ciudadanos-pobladores no
puede conciliarse, y en ese entendido aprobaron la Ley de
Participación Ciudadana para que mediatice dichas
contradicciones desde el punto de vista
ideológico.

Sin embargo, por los mecanismos que propone la Ley de
Participación Ciudadana se puede ver que no es imposible
realizar actualmente el autogobierno en los Municipios y a
escala
mayor.

Comparemos, si el autogobierno, gobierno de los propios
ciudadanos-pobladores, no persigue reprimir ni dominar ni
explotar a sus conciudadanos sino construir la sociedad que
satisfaga los intereses y las necesidades de la sociedad ( que no
es la sociedad de los dueños actuales del poder: la
burguesía y su mal llamada clase política),
entonces en un Municipio con autogobierno la participación
ciudadana será un retroceso por cuanto constituye un
método de
alejamiento o separación del Estado y el poblador, la
participación ciudadana es una mecanismo de
exclusión política.

Actualmente las nuevas
tecnologías de comunicación y procesamiento de
datos permitirán hacer realidad el autogobierno.
Así las iniciativas de los ciudadanos serán
sometidas casi al instante a consideración y
votación masiva, ahí veremos que es
geométricamente más progresivo el autogobierno que
la participación ciudadana.

Municipio,
autogobierno, nuevo sistema legal del Municipio

Hoy el Municipio en Nicaragua no es un instrumento
gestor del mejoramiento del nivel de vida de los pobladores,
menos con las afectaciones que le impone el Banco Mundial,
Fondo Monetario
Internacional, Banco
Centroamericano de Integración
Económica, Banco Interamericano de Desarrollo,
Organización Mundial de Comercio, en el
marco de la inserción de la economía nacional en el
llamado libre comercio
(deslocalización de la producción, creación de zonas
francas, flexibilidad laboral,
daños ambientales, etc.)

Para hacer posible el mejoramiento del nivel de vida de
los pobladores y desarrollar la democracia es
necesario asegurar la inserción de los pobladores en el
gobierno municipal para ejercer el autogobierno, ampliando de una
vez los derechos
políticos del ciudadano/ poblador. Simultáneamente,
hay que ampliar las competencias al Municipio.

Es un hecho que el Municipio, ya y ahora, tiene potestad
para exigir que determinadas agrupaciones sociales le informen
cumplidamente sobre las actividades que ellas realizan o
pretenden ejecutar en el territorio, informar sobre su presupuesto y
desembolsos, e incluso esos organismos no pueden realizar
actividades sin aprobación del gobierno
municipal.

A la par, muchos proyectos
privados y del gobierno requieren de la participación del
Gobierno Municipal, aunque sea formal, para que los ejecuten en
el territorio( Ley de concesiones). Eso se plasma en el llamado
Comité de Desarrollo Municipal y Departamental. Hoy esos
comités existen, a la par la gente exige más
participación, ser tomada en cuenta para los actos del
gobierno local. La gente ya está dispuesta para el
autogobierno en el Municipio.

En cuanto a los recursos, las delegaciones ministeriales
para sus programas aprobados desde el centro sin el concurso de
las Municipalidades, manejan más dinero,
recursos y medios que los mismos Municipios. Nada de eso
está planificado por el Municipio, ni sujeto al control ni
del Gobierno Local y menos de la población
municipal.

Contradictoriamente la Ley de Participación
Ciudadana, como las políticas y programas de
descentralización, tienden a conceder a los municipios un
poder de control y sujeción muy fuerte sobre lo que sucede
en el territorio.

En esa circunstancia no será nada contrario a esa
tendencia que el Municipio autogobernado pueda controlar,
presupuestar, ejecutar los recursos económicos y
materiales de que puede disponer con el fin de satisfacer las
necesidades generales del progreso social y con ello logra el
mejoramiento de la calidad y nivel de vida de los
pobladores.

Para que exista el autogobierno Municipal no se pueden
utilizar las leyes que actualmente regulan al Municipio, deben
ser aprobadas nuevas, pues de utilizar el sistema jurídico
actual continuaremos cercenando la autonomía municipal,
todo el poder creador y democrático que está
reprimido en los pobladores.

Eventualmente ese cuerpo de leyes que favorecen el
burocratismo y el centralismo
sería utilizado por el Ejecutivo y el Poder
Legislativo para dar nacimiento a nuevas barreras
jurídicas al igual que a entidades gubernamentales que
desde el nivel de Departamento subordinarían al Municipio.
Por ejemplo, una Ley tan reclamada como la de Transferencias
Municipales sujeta el Municipio a los planes y designios del
ejecutivo y del legislativo, está demostrando que
más que favorecer el desarrollo de la autonomía la
restringe, y más que acercar la administración publica al pueblo, los
aleja.

Si el Municipio autogobernado no existe ahora, debe ser
creado tanto de hecho como en el ámbito de la
superestructura jurídica mediante la aprobación de
nuevas leyes. A modo de ejemplo, las normas constitucionales
sobre el Municipio, artos. 177, 178 deben ser reformados, al
igual que los artos. 2, 7, 131, 151, deben ser reformados para
facilitar el ingreso de la institución del autogobierno.
En consecuencia las leyes secundarias que regulan a los
Municipios deben ser reformadas o derogadas.

En última instancia, si no existe un proceso de
ajuste en la legislación que dé vida
jurídica al Municipio autónomo autogobernado,
inevitablemente en un momento dado la población
tomará, por la vía de hecho, el autogobierno del
municipio o establecerá una organización paralela a
aquel.

Como el Municipio
autogobernado mejora el nivel de vida de los
pobladores

El mejoramiento del nivel de vida de la población
depende tanto de la existencia del autogobierno del municipio o
municipalidad y la manifestación de una verdadera
autonomía, como de la desaparición de sujeciones
burocráticas y centralistas por parte del aparato
estatal.

El nuevo sistema legal debe permitir al Municipio
disponer de los recursos para satisfacer las necesidades de la
población. La entidad de Gobierno Local no puede continuar
separada de los entes estatales que se emplazan en el territorio
del Municipio. La planificación y ejecución que hacen
los entes estatales no pueden estar distanciadas del Gobierno
Municipal, los nombramientos del personal administrativo o de
dirección no puede continuar fuera de las competencias del
Municipio/ Gobierno Local.

Sólo con el autogobierno pueden aunarse todas las
capacidades científica, técnica, organizativas y de
todas las especialidades que existen en el territorio para
impulsar y realizar las transformaciones que necesita la sociedad
y que redundarán en la satisfacción de las
necesidades de la población. Por eso el autogobierno es
democrático, propicia la coalición
democrática de todos los pobladores y potencia la
sinergia
social,

La crisis actual
que vive todo el país se manifiesta en el aumento del
número de personas que viven en pobreza y extrema pobreza;
en el mayor número de niños
desnutridos, el elevado índice de población que no
accede al agua potable ( entre un 26 a 40 %); El limitado acceso
a servicios de salud, la baja en la esperanza de vida, aumento en
las enfermedades
prevenibles, destrucción-deterioro-contaminación del medio ambiente
y su efecto nocivo en la salud; Extinción de la flora y
fauna,
reducción de la producción y el comercio
interno, deterioro de la red vial, disminución
de las oportunidades de acceso a la educación,
disminución del número de cuadro profesionales y de
nivel científico técnico, entre otros indicativos
que nos colocan en el segundo país más pobre de
América
Latina, y por detrás de países
africanos.

Esa situación existe en cada municipio,
administrada por el gobierno Local como producto de
sus ataduras y vínculos de interés con la clase
política/ dominante.

El mejoramiento del nivel de vida de los pobladores pasa
por superar todos esos índices, significa entre otras
cosas, crear condiciones para el empleo pleno
en el menor tiempo
posible, asegurar el servicio de salud universal, la
educación universal al menos hasta el noveno grado,
proveer a la población de vivienda, servicios de agua
potable y saneamiento; elevar la producción de alimentos, de
bienes y servicios; Crear la infraestructura productiva para
dinamizar la economía, elevar el nivel de ingresos y
consumo;
Mejora y ampliación de las redes de caminos y
carreteras, telecomunicaciones; mejoramiento y ampliación
del sistema de transporte,
ampliar la red de electrificación, acercar a todos los
pobladores a los servicios de las urbanizaciones, planificar el
desarrollo de los centros urbanos, reducir la mortalidad infantil
y materna, mejorar la calidad del medio ambiente,
reducir los índices de delincuencia, mejorar el
funcionamiento del aparato estatal, proteger a la niñez y
la adolescencia,
etc., todo en beneficio del pueblo de Nicaragua.

Nada de lo antes indicado ha sido posible con el
Municipio actual. Hoy podemos dar el paso al autogobierno
municipal para propiciar el progreso social para elevar el nivel
y calidad de vida de los nicaragüenses.

El Municipio autogobernado por sus pobladores debe
planificar sobre todos aquellos aspectos que aseguran el
mejoramiento del nivel y calidad de vida de los pobladores y que
propician el progreso social.

Actualmente ningún país o Estado deja de
planificar en todas las esferas, sino hagamos una simple listado
de sus ministerios o
secretarias, de sus proyectos, o veamos sus presupuestos;
de igual manera, hagamos un listado de los aspectos que planifica
y ejecuta la ONU. Por lo que
sería pueril decir que el Municipio no debe planificar de
forma integral o multifacéticamente como órgano
estatal que tiene que incidir en todos los aspectos que
benefician o son de interés de los pobladores.

Tal actividad es necesaria, ya la realizan los
municipios, aunque en menor escala y con temor. Y su amplitud y
profundidad sería mayores en la medida que el autogobierno
del Municipio se perfeccione con la integración de más y más
pobladores de forma consciente.

En la medida que el nuevo Municipio perfeccione los
recursos materiales y humanos, la capacidad para solventar
necesidades será cada vez mayor. Y se hará por ello
con más celeridad pues todos tendrán una motivación y un compromiso, lo que no
existe hoy con el municipio tradicional.

No basta la organización funcional del Estado, ni
su actualización en los métodos de
control y planificación, se requiere perfeccionar e
integrar el factor subjetivo. Y este no es más que el
poblador mismo, sus motivaciones, su actividad, su capacidad. La
integración del ciudadano-poblador no puede lograrse en el
actual municipio donde el poblador es un mero votante, un
administrado pagador de tributos en
especie o en dinero.

El municipio clásico o real, no integra al
poblador porque eso sería el inicio de su fin, de su
extinción como órgano de dominación y
facilitador del enriquecimiento de la clase
política-dominante. Al desaparecer el Municipio real
(existente), desaparecería el principal elemento que
impide el mejoramiento del nivel y calidad de vida de los
pobladores, y que detiene el progreso social.

 

 

 

 

 

 

Autor:

Luis Ernesto Gómez
Martínez

Jinotega 14 de mayo del 2004. / Junio
2004-06-15

Partes: 1, 2
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